lunes, 1 de marzo de 2010

EDUCAR DESDE EL SUR

Binta y la gran idea

Cortometraje que pertenece a la película 'En el mundo a cada rato'.

Rodado en Senegal con la ayuda de UNICEF, conduce al espectador al mundo de Binta, una niña de siete años que pone en marcha una obra de teatro infantil para mostrar el deseo de su prima de ir al colegio. Dirigido por Javier Fesser.

Este corto, lo hemos trabajado este año a nivel de centro con todos los alumnos de primaria, a partir de segundo. En él se ve cómo la imaginación, el teatro, el cuidado de la naturaleza, la música y el baile, crean el escenario perfecto para trabajar en los niños aspectos tan importantes como la igualdad de género, la solidaridad, el respeto al diferente, el compartir... Algo que, a veces, en nuestra sociedad europea, con tantos recursos tecnológicos, no somos capaces de trasmitir a nuestros niños. Por eso, al padre de Binta, una pequeña que va al cole, se le ocurre una gran idea... ¡Descúbrela!

UTILIZAR LA MÚSICA


Cuando nos encontramos ante dificultades de aprendizaje, podemos contar con la música como aliada.
¿En qué sentido? En el más tradicional: a la hora de memorizar las tablas de multiplicar, el abecedario, los números en inglés..., ponerles música hace que se memoricen mucho más rápido y de forma más segura. La música hace que retengamos mejor los contenidos.
Además, en clases donde existen niño/as especialmente inquietos, comenzar con una breve relajación es ideal: poner música suave, encender un poco de incienso y pedirle a los niños que, sentados en su sitio, vayan realizando una serie de respiraciones y movimientos. No tiene por qué durar más de 5 minutos, y ayudamos a los niños a concentrarse y a bajar el nivel de excitación.

UTILIZANDO EL RELOJ DE ARENA


Una de las herramientas que hemos utilizado para trabajar con niño/as con dificultades de aprendizaje con impulsividad, déficit de atención, trastornos de conducta, etc., es el reloj de arena.
A la hora de realizar las tareas escolares, muchos niños necesitan una ayuda para centrar su atención y no dispersarse en un mundo lleno de ejercicios. Lo mejor, es dividirles las tareas en pequeñas porciones (a veces, incluso cada tarea en un folio distinto) y utilizar el reloj de arena para acotarle el tiempo en el que debe realizarlo. Para ello, tendremos que ajustar la duración del reloj de arena, con el tiempo estimado en el que sabemos que el niño/a podrá realizar la tarea en cuestión.
El reloj de arena es ideal, porque pueden ir viendo cómo va pasando el tiempo. Y además, es un instrumento que puede utilizar ellos solos, con lo que ganamos en darles autonomía.